miércoles, 25 de abril de 2012

Crímenes ejemplares


Y sin darme cuenta ya estaba leyendo de nuevo sobre crímenes. En este caso, el libro de Max Aub resultó como un bocadito más que delicioso. Se tratan de minificciones en las cuales se compendia la idea del asesinato o el suicidio, muy ingeniosas, por cierto. Transcribo algunas:

—¡Antes muerta! —me dijo. ¡Y lo único que yo quería era darle gusto!

Lo maté porque, en vez de comer, rumiaba.

Era tan feo el pobre, que cada vez que me lo encontraba, parecía un insulto. Todo tiene su límite.

De mí no se ríe nadie. Por lo menos ése ya no.

Lo maté porque me lo dijo mi mamá.

¿Quién no se ha suicidado?

Y mi favorito:

Llámanlo el sueño eterno. Como padezco horriblemente de insomnio, pruebo.

AUB, Max. Crímenes ejemplares. Madrid: Espasa Calpe, 1999.

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